El éxito de este modelo de construcción, en alza en nuestro país y que se prevé que conviva con el tradicional en el futuro, se debe a que permite reducir el impacto medioambiental y los plazos de ejecución de las edificaciones, entre otras razones.
Recientemente la promotora Aedas Homes ha constatado que la producción industrializada de viviendas en España ha alcanzado los 2.000 inmuebles, cuando anteriormente las cifras no pasaban del millar anual. Estos datos aún se sitúan lejos de los que se alcanzan en otros países europeos como Alemania o Reino Unido, donde estas edificaciones suponen el 10 % del total. Sin embargo, según responsables de esta promotora, vamos a vivir décadas de cambio en las que la construcción industrializada conquistará parte de la cuota de mercado de la construcción tradicional.
Así, lo expuso también en el Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA), el director de Desarrollo Corporativo de ACR, Roberto Albaizar. El directivo aludió a la optimización como una de las principales ventajas ya que “un trabajo que hasta ahora se hacía de manera artesanal, ladrillo a ladrillo, se estandariza”. ACR y AFCA Teccon están actualmente inmersos en un proyecto de construcción industrializada para Stay by Kronos en Torrejón de Ardoz, Madrid, que reducirá en seis meses los tiempos tradicionales de edificación. La estructura en cinco alturas para albergar 121 viviendas destinadas al alquiler de este proyecto se levantará a partir de steel framing, paneles ligeros de acero galvanizado que sustituyen a las técnicas tradicionales. AFCA Teccon, fabricante de los citados paneles, aplica en este proyecto su metodología DfMA&B, del inglés Design for Manufacturing and Assembly and Building, para asegurar la eficiente conexión entre los procesos industriales y su coordinación en obra.
La construcción industrializada funciona como cualquier otra fabricación industrial, como por ejemplo la de un coche. Por esto, la elaboración de los elementos de construcción en fábrica en lugar de en la obra asume retos relacionados con la sostenibilidad ambiental y el mantenimiento económico de la cadena de valor. Frente a estas ventajas, existen dos inconvenientes que frenan el crecimiento de este sector: el mayor coste y la falta de visión industrial a la hora de diseñar los proyectos. En este sentido, los profesionales que abogan por este tipo de construcción animan a la colaboración entre promotor, arquitecto, constructor y principales industriales en los proyectos, además de una mayor implicación de las administraciones públicas para invertir en fábricas de elementos edificatorios que den respuesta a la demanda creciente.